ZORBA EL NEGRO
No se como empezar este
relato, ni como explicar lo maravilloso que era mi gatito sin cansar al posible
lector, ni como relatar lo mucho que yo lo quería. No se como transmitir todas
las sensaciones y sentimientos que él me producía constantemente y que me sigue
transmitiendo a pesar de que ya no está.
Quizás lo mejor sea empezar desde el principio ,
aquel sábado 26 de Mayo de 2001.....
Habíamos estado todo el día oyendo
maullar a un gato en el parque de la urbanización, hasta que por la tarde
Javier ya se cansó de oírlo y dijo “voy a ver que es”.
Cuando volvió trajo con él al gatito más feo que he
visto en mi vida, estaba escuálido, manchado de barro, unos enormes ojos verdes
y unas orejas tan grandes que parecía un murciélago.
A mi
no me gustaban los gatos negros y además era tan feo....., pero lo que si amo
por encima de todo son a los animales, sean como sean, así que dije “voy a
ponerle comida y agua, por lo menos que se alimente y deje de maullar”. Y se
comió dos platos de comida y uno de agua. El pobre estaba muy hambriento.
Se quedó a pasar la noche en el jardín y por la
mañana lo primero que hice fue bañarlo, no protesto ni gruñó, pero fue la
primera y última vez que lo pude bañar.
Quedó muy limpio, aunque tenía el pelo con muy poco
lustre.
El
domingo por la tarde vino Yolanda, yo intentaba convencerla de que se lo
quedara, pero aunque a ella le gustaban mucho los gatos negros no se lo podía
llevar ya que tenia a su gata Leepy. Yo no quería ponerle nombre, ya que me
parecía que asi no le cogería cariño y no tendría que quedármelo porque dos
gatos en casa ya me parecían mucho.
Pero Yolanda lo bautizó con el nombre de Zorba.
Al principio Kriss no lo quería mucho
y le bufaba constantemente mientras estaban en el jardín, pero al cabo de una
semana ya jugaban y se encorrian por el jardín, daba gusto verlos tan alegres y
felices.
Un día, al caer la tarde, le dije a Kriss que
entrara y Zorba entró detrás de ella. Yo lo despaché y cerré la puerta del
jardín. Pero Kriss puso las orejas para atrás y me dio la espalda, ¡se había
enfadado!, Javier también me increpó “¿no lo quieres porque es de barrio?, yo también
soy de barrio”, así que ante tantas protestas, abrí la puerta y Zorba entró.
Ese
día comenzó a hacerse el dueño de la casa.... y de nuestros corazones.
|
Kriss
y Zorba se hicieron novios, y jugaban todo el tiempo, se daban besos, se lamían
y dormían juntitos. Era una escena muy tierna y bonita.
Zorba
poco a poco se fue apoderando de nosotros, nos fue conquistando, se subía encima
de mí y se despatarraba patas arriba, ronroneaba y se dormía tan feliz, y claro
a mi se me caía la baba.
Empezó
a crecer y a aflorar su personalidad, era muy cariñoso, tierno, juguetón, le
encantaba que lo cogiera en brazos y lo achuchara, siempre quería estar encima
de mí, pero también era muy acaparador y celoso.
Quería
a Kriss para él, me quería a mí para él y Javier tambien era suyo.
Cuando
Kriss se acercaba pidiendo caricias, Zorba siempre la echaba y se subía él. Por
lo que Kriss aprendió a no pedir nada y siempre se mantenía un poco a distancia
cuando estaba Zorba cerca.
|
El
primer verano pasó rápido y crecieron mucho, yo creo que en otoño ya tenían el
tamaño adulto y eso que aún no tenían 1 año.
al cabo de una semana ya jugaban y se
encorrian por el jardín, daba gusto verlos tan alegres y felices.
Un día, al caer la tarde, le dije a Kriss que
entrara y Zorba entró detrás de ella. Yo lo despaché y cerré la puerta del
jardín. Pero Kriss puso las orejas para atrás y me dio la espalda, ¡se había
enfadado!, Javier también me increpó “¿no lo quieres porque es de barrio?, yo también
soy de barrio”, así que ante tantas protestas, abrí la puerta y Zorba entró.
Ese
día comenzó a hacerse el dueño de la casa.... y de nuestros corazones.
|
Kriss
y Zorba se hicieron novios, y jugaban todo el tiempo, se daban besos, se lamían
y dormían juntitos. Era una escena muy tierna y bonita.
Zorba
poco a poco se fue apoderando de nosotros, nos fue conquistando, se subía encima
de mí y se despatarraba patas arriba, ronroneaba y se dormía tan feliz, y claro
a mi se me caía la baba.
Empezó
a crecer y a aflorar su personalidad, era muy cariñoso, tierno, juguetón, le
encantaba que lo cogiera en brazos y lo achuchara, siempre quería estar encima
de mí, pero también era muy acaparador y celoso.
Quería
a Kriss para él, me quería a mí para él y Javier tambien era suyo.
Cuando
Kriss se acercaba pidiendo caricias, Zorba siempre la echaba y se subía él. Por
lo que Kriss aprendió a no pedir nada y siempre se mantenía un poco a distancia
cuando estaba Zorba cerca.
|
El
primer verano pasó rápido y crecieron mucho, yo creo que en otoño ya tenían el
tamaño adulto y eso que aún no tenían 1 año.
Kriss
se había oscurecido mucho, ¡Con lo blanquita que era de chiquitina! Y Zorba
presumia de un pelo negro brillante y suave, que todo el mundo admiraba.
Era
ágil, rápido y con sus patas traseras conseguía dar unos saltos enormes, tan
enormes que muchas veces se saltaba al jardín vecino encorriendo a algún
pajarillo o simplemente por curiosidad.
Nosotros
nos poníamos muy nerviosos y cuando conseguíamos que volviera siempre se le
castigaba, por lo que él sabía muy bien que no tenía que saltar la valla.
Nos
dimos cuenta de que siempre habría que vigilarlo, y a pesar de eso, si se lo
proponía, conseguía darnos esquinazo.
Durante
el tiempo que estuvo con nosotros cazó varios pajarillos y hasta 2 palomas. Era
un gran cazador!!.
Siempre
estaba pendiente de mi, en mis ratos malos, me acompañaba y se tumbaba junto a
mi. Tengo que decir, que me ayudó a pasar algunas depresiones, con sus arrumacos
y gracias, conseguia hacerme sonreir. Me hacia feliz.
Tendría
muchisimas cosas que contar de el, hay tantas anécdotas...., seria largo, cinco
años no se pueden resumir en unas hojas y menos explicar los sentimientos.
Solo
puedo decir que nunca lo olvidaremos, ni Javier, ni yo, ni Kriss, que lo sigue
echando de menos, pues ya no tiene a nadie con quien jugar ni a quien lamer.
Zorba, siempre estarás en
nuestros corazones!!!